Ciudadana de Haarlem

Hola a todos! Hace ya un mes que estoy en Holanda y me pasa que siempre que me preguntan cómo ando o qué es de mi vida por acá yo les doy una versión resumida para no ser densin... pero lo cierto es que hay muuuuuchas cosas por contar y por mostrar. Así que voy a escribir todo acá, para que cuando estén aburridos, o si el wifi tiene buena señal en el baño, en vez de leer la parte de atrás del shampoo, se lleven la compu y lean este blog. 

En fin, todo empezó el 24 de abril, cuando llegué a Amsterdam. Mientras esperaba en el aeropuerto de Frankfurt, leía noticias de "la crisis en Holanda"... uy shenial... llego y se va todo a la mierda!

Titular del Financial Times 24/4/2012

Sacando ese tema, después de 200 horas en Frankfurt, fruto de haber sacado el pasaje más rata de Lufthansa, allí estaba, en el aeropuerto de Schiphol (el mejor aeropuerto de Europa en 2011). Y allá me esperaba un bombonazo!

Así es, allá estaba Johan, esperándome más de lo usual, porque una de mis 2 valijas quedó en Frankfurt! Sí yenial... pfff... lo bueno es que nada pudo opacar ese momento de felicidad y ahí estábamos los dos, después de tantos papeles, llamadas de Skype, certificados, exámenes de holandés... etc... 

Esa foto la sacó Geerte, la hermana más chica de Johan, que también fue a recibirme. 

Al día siguiente, nos levantamos tempranito y nos tomamos el tren a Haarlem, para tramitar mi residencia. Como no podemos registrarnos en el departamento de Amsterdam por un temita burocrático de la dueña del depa, entonces lo hacemos en Haarlem, donde viven los tíos de Johan. Sí dije Haarlem. Y hago un movimiento de dedito y de cadera... hm hmmmm! Para los que no lo sabían, New York pertenecía antes a Holanda, así que de esta mismísima ciudad salió la inspiración. 

Después nos fuimos a Hoofddorp a hacer más trámites migratorios. Me trataron re bien. Y creo que en general son bastante amables (siendo que en estas oficinas no se caracterizan por serlo). Me acuerdo cuando fui a sacar mi permesso di soggiorno en Bologna que a los extracomu nos trataban bastante mal. Pero de todas maneras, los escritorios están hechos de manera tal que si el extranjero se pone medio violento, no hay forma que pueda alcanzar al funcionario (antes de que se tome el palo!). Son laaargos y altos. Todos los formularios estaban en holandés, menos mal que fui con Johan, pq mis conocimientos de este idioma no me hubieran alcanzado para entender ni el 10%. En resumen, dentro de 1 mes me van a avisar cuándo puedo pasar a buscar los papeles de mi residencia. Ah! y me tengo que hacer unos estudios para demostrar que no tengo / tuve tuberculosis... sí... yeah...

Y bueno, ya que estábamos por la zona, y que Johan se tomó el día, nos fuimos a Keukenhof. Es una especie de jardín botánico / vivero gigante, lleno de flores (esta es la época justa para ir). Ni hablar de que estaba lleno de viejitos y de turistas de todos lados,  lo que hacía que cada vez que quería sacar una foto tenía que esperar que la señora o el señor se corra. Pero igual vale la pena ir.

Heme aquí muerta de frío con el poco abrigo que tenía en la valija que sí llego a Schiphol. Después de esto seguro que no me hago los estudios porque me salen para el toor... Genial esta primavera de 10 grados! Tropical!

Y finalmente, a la nochecita fuimos a cenar a la casa de Ans y Geert, los tíos de Johan que viven en Haarlem. Me recibieron muy bien, como siempre, ellos son muy tiernos... y me regalaron este ramito de flores precioso! Ah, sí, y sus dos gatos + perro me regalaron una alergia marca cañón, que cuando llegué a casa ya no tenía parte blanca del ojo. Igual, dato cultural, los holandeses adoran a los animales, así que creo que a nadie le importó mi estornudar estruendoso o mi nariz chorreando... sí, soy la reina del glam.

Estas son las flores. Vienen con un sobrecito que es como la comidita. Y la tarjeta me la mandaron Janneke y Otto Jan (hermana y cuñado de Johan que viven en Utrecht). Acá es muy común mandarse tarjetitas, postales y esas cosas. Qué lindo eso, no? Nótese que al lado del sobre está el llavero de llamita que me regaló la Flor y las dos piedritas de bienvenida que me hizo la Luli antes de venir. 

Bueno, en la próxima entradita les cuento más de la vida cotidiana... aiooos!